viernes, 19 de mayo de 2017

CATHERINE CHERIÉ

Producción Hispano-alemana a cargo de la factoría de los hermanos Balcazar, dando a nuestra cinematografía un título más de las llamadas “Clasificadas S”.
Con el fin de mostrarnos un poco de pornografía soft, y con el afán de parecer una película más molona de lo que es, también con el de parecer una película de mayor categoría,  “Catherine Chérie” cuenta la historia de una cantante pop que está liada con su manager, y a la que se le cruzará en su camino un atractivo paparazzi, que robándoles fotos sexys, enredará la madeja hasta convertirse la cosa en una historia de secuestros y violencias que, reciclados,  serían hoy un caldo de cultivo para el Tarantino de los cojones.
Nada nuevo en el horizonte; aburrimiento a mansalva para un producto que, si a priori puede causar curiosidad, esta queda satisfecha con un visionado superficial.
Mucho folleteo, pero para que parezca menos guarro, rodado con las ventanas abiertas para que entre la brisa y mueva las cortinas. Nada, un producto vacío de los muchos y variopintos que llevaron a buen puerto los Balcázar.
Dirige el propio Jaime Jesús Balcázar, quién otrora fuera el responsable de algunos de los “Espulgas Western” de los años sesenta, que como hombre de negocios más que cineasta que era, se marcó una película “S” para embucharse unos muy buenos dineritos a costa de la España pajillera. La vieron en salas 96.000 espectadores. Puede parecer poco, pero con lo que costaban estas películas, sin duda, salían rentables.
Jaime Jesús Balcázar, pone con “Catherine Chérie”, punto y final a su carrera como director, que a fin de cuentas, no fue tan prolífica; solo once títulos.
En el reparto, lo más llamativo sería Raquel Evans, musa erótica de los productos más cutres que se puedan imaginar de nuestro cine, con títulos en su filmo que son el despiporre. Como muestra;  “Andalucía Chica”, vehículo para el (des) lucimiento de Antonio Molina dirigida por José Ulloa, las dos entregas de “Bacanales Romanas”, “Made in China” del proxeneta John Liu, o “La muchacha de las bragas de oro” de Don Cutre “aceptado socialmente en el entorno cinematográfico”, Vicente Aranda. Sin embargo el reparto lo encabeza Berta Cabré, una de estas actrices “S” guapas, delgaditas, apetecibles, que sin embargo derrochan menos carisma que un tornillo, que aparte de las escenas tórridas, tiene en común con la Evans el haber aparecido en películas para (des) lucimiento de algún artísta –en este caso de “El Fary” y la inefable “Ojos sin luz”-, o todo tipo de morralla “Serie B” como pueda ser “Las Aventurasde Zipi y Zape”, “Barcelona Sur” o la Iquinada “Dos pillos y pico”. Lo masculino, importa menos en esta película, cuya baza fuerte son las escenas lésbicas, aún así, tenemos restregándose con ellas a actores del mismo registro que las actrices, pero menos vistos en el cine populachero como puedan ser Peter Steiner Jr. habitual de “Comedias Sexy” Alemanas, o José Gras, del que sugiero que consulten en IMDB, porque si me pongo a poner títulos en los que ha aparecido –y que están reseñados en este blog- no acabaríamos nunca.
Muy mala.