lunes, 24 de julio de 2017

BIGAS X BIGAS

“Bigas X Bigas” es un montaje de los vídeo-diarios que el director Catalán Bigas Luna dejó registrados en cintas, en una época comprendida desde 2000 a 2007. Se asegura que había más de 500 cintas de vídeo, 600 horas de material y otros tantos audios. Que de todo ese material haya salido una cosa tan sosa y poco emocionante como es “Bigas X Bigas”, se debe a dos motivos; Uno, que los vídeos diarios de Bigas no eran buenos. No había una intención artística ni creativa más allá de grabar aspectos de los momentos vividos por Bigas Luna, sin mayor afán (quizás) que el de dejarlos registrados, con lo que la grabación no se cuida en absoluto. Digamos que es como el que graba una boda o un bautizo. Nada, vacío. Dos, el material, obviamente, no ha sido manejado por Bigas Luna. La dirección y la edición corren a cargo de quien fuera director de la segunda unidad de “Yo soy la Juani”, Santiago Garrido Rua, por lo que lo que estamos viendo es su visión; él le imprime un ritmo y una narración, por lo que de Bigas Luna no hay más, en la película, que el material filmado. Por otro lado, en lugar de montar ese material como si fuera un  espectador pasivo, tomo parte del material dándole un orden, un estilo, una cadencia, y sobretodo, eleva lo grabado a una dimensión mucho más pretenciosa y pedante de lo que ya de por sí era Biga Luna, cuando quizás, lo bueno hubiera sido mostrar todo ese material con sencillez.
Al margen de todo eso, los video diarios de Bigas —o al menos lo que nos muestra la película— no tienen nada de especial y todo se nos muestra a pinceladitas; le vemos cultivando su huerto, pintando sus cuadros, cocinando, haciendo pan, nos presenta a su perro, le vemos filmando en rodajes, pidiendo a amigos que cuenten anécdotas… pero todo es tedioso. Se diría que Bigas grababa por grabar. Sin ninguna pasión en ello; sí en lo que se empeña que sea retratado en ese vídeo. No le importa el vídeo, pero sí su huerto, sí sus cuadros.
Al menos la iniciativa, a priori, parecía interesante.
Más interesantes me han parecido los extractos de algunos de sus cortometrajes, muchos de ellos inéditos, algunos de carácter absolutamente amateur, que demuestran el amor de Bigas Luna por el cine, más allá de los trabajos estrenados en salas de manera comercial. O sea, que entre las muchas cosas que hacía al margen de su trabajo como director, además, hacía cortometrajes por el placer de hacerlos. Un recopilatorio de esos trabajos si que sería interesante.