viernes, 15 de septiembre de 2017

LA FUERZA DEL CARIÑO

Otra de las película clave de los ochenta al margen de los Spielbergs de turno. A nosotros nos gustaba “Gremlins” e Indiana Jones, pero a nuestras madres, que tenían la misma edad que nosotros hoy, les gustaba “Oficial y Caballero” y  la que nos ocupa; “Terms of endearment”, por estos lares conocida como “La fuerza del cariño”. Un autentico pelotazo en los cines, una baza segura en cualquier videoclub y, sobretodo, un rompeshares de los pases televisivos, en su momento y 30 años después. Raró será que alguno de ustedes, lectores, no la haya visto aunque sea de pasada.
No entraba en mis intereses cuando esta película era novedad, pero si recuerdo haberla visto. Sin embargo, enfrentarme a ella a esta edad ha supesto un revulsivo en el sentido de que, creyendo que a mis 40 palos me gustaría, me ha parecido no solo una película aburrida, mal contada, lenta y carente de interés, sino además, mal hecha.
Supongo que la delicadeza con la que nos cuenta todo en 1983 sería de recibo, pero en pleno 2017, con todo lo que ya hemos visto, esto me ha resultado de lo más insulso y de manual.
Una tragicomedia que contándonos eventos intrascendentes de la vida cotidiana, bien podía ser una consecuencia del neo-realismo, eso si, neorrealismo disfrazado con vestidos, sombreros, collares y pulseras made in Hollywood, con los que es bastante difícil identificarse en modo alguno, si es lo que buscamos. Y si lo que buscamos es entretenernos, sin más, me temo que el tiempo se ha follado al tempo –valga la redundancia-. Es un coñazo que quizás a nuestras madres les funcionaría, pero a las madres de hoy, no se yo que decirles.
En cualquier caso, la sinopsis cabe en un par de lineas. Basada en la novela del mismo título de Larry McMurty, el debut en la dirección del , por otro lado, prestigioso guionista James L. Brooks, cuenta las relaciones familiares de una madre y una hija durante un periodo comprendido en unos 20 años. Las alegrías y las tristezas se van sucediendo por parte de ambas; la hija no hace más que parir, la madre se folla a un astronauta retirado y al final nos cuelan un evento para que todas las señoras lloren a moco tendido. Insisto, en su momento, esto llegaría al alma, a día de hoy, nos quedamos tan panchos con ese final que, obvio, no desvelaré.
La película, fue un fenómeno social y un saco de Oscars, llevandose el de mejor director, mejor película, actor secundario para Jack Nicholson, actriz principal para Shirley McLaine y mejor guion adaptado.
“En Hollywood no conceden el premio al más gilipollas” fue la frase que soltó Burt Reynolds al ver el éxito de la película. James L. Brooks, había escrito el papel de Garret Breedlove, el astrounauta al que da vida Nicholson, pensando en él. Sin embargo lo rechazó porque prefirió irse a rodar una estupidez mayúscula sin ninguna trascendencia como fue “As de plumas”, uno de los grandes fracasos de su carrera. ¿Cuanto habría cambiado la carrera de Reynolds de haberse decidido por “La fuerza del cariño”? nunca lo sabremos, pero él se estuvo dando cabezazos contra la pared mogollón de años.
Por otro lado, sonadas fueron las disputas en el set entre la McLaine y la otra protagonista, Debra Winger, maravillosa, estupenda y muy de moda en aquellos años. Por lo visto, el divismo de las dos estrellas las llevó a tener momentos de mucha tensión en el plató. En alardes de divismo, se pisaban con morcillas la una a la otra en  las escenas de mayor calado, llegando al insulto en algún momento debido a los celos y el narcisismo. L. Brooks, en una entrevista declaró que raro era el día que no estaba tenso trabajando con las actrices, y que en muchos momentos le hubiera gustado arrancarles la cabeza a las dos divas, pero que, una vez visto el resultado final de la película y ver lo increíbles que estaban en ella, ese resultado brillante (según él), justificaba todas las excentricidades de las dos niñas mimadas.
Sin embargo, cuenta también que Jack Nicholson, sus excesos y sus energías, ponían las pilas en el rodaje: Tenía siempre el guion consigo, y de vez en cuando le echaba un ojo haciendo ver que  lo estudiaba. Pero una vez dada la voz de acción, Nicholson hacía exactamente lo que le salía de los cojones. Unas veces estaba magistral, otras se pasaba en histrionismo, pero sin duda, siempre aportaba algo en la película. Nicholson sin embargo, se llevó muy bien durante el rodaje con la McLaine, quien aseguró que estaba loco y que cuando le tocaba actuar con él, no sabía lo que iba a pasar, lo cual beneficiaba a la interrelación de ambos, y destaca la escena en la que van conduciendo con los pies en el volante, sobre la arena de la playa, y  él, sale disparado tras un frenazo, al agua. En el guión ella se acercaba a él y este le besaba apasionadamente. Sin embargo, lo que Nicholson hizo, fue besarla y agarrarla una teta por dentro del vestido, cosa esta que la actriz no se esperaba en absoluto; lo que se ve en la película es real, la metida de mano, y posterior enfado de ella. Y así quedó una de las escenas más memorables del film. No es más que una ida de olla de Jack Nicholson. Muy bien traída, eso si.
La película en españa fue un éxito, como en el resto del mundo, pero moderado con su 1.600.000 espectadores. Sin embargo, en un pase televisivo que se le dedicó a la película, la vieron caso 8 millones de personas nada menos. Uno de los hits de televisión Española a finales de los ochenta.
James L. Brooks, no se prodigó mucho dirigiendo, apenas dirigió seis películas, muchas de ellas en busca de nuevos Oscars, consiguiendolo con “Mejor…Imposible”, o recibiendo críticas nefastas con “Spanglish” al servicio de ¡Adam Sandler! Y con una Paz Vega a la que, como siempre, da penita verla actuar. “Al filo de la noticia” sería su siguiente película,  y “¿Cómo sabes si?” la última hasta la fecha, siendo la más popular de su carrera, sin duda, “La fuerza del cariño”.
14 años después, en plenos 90, la película tuvo su secuela, “La fuerza del cariño: La historia continúa”, que resultó ser lo opuesto a esta. Y en España pasó casi inadvertida acumulando un total de 64.000 espectadores.